En 2022, el teléfono smartphone, presentado por primera vez por IBM, celebrará su trigésimo aniversario.
La mayoría de nosotros usamos un teléfono smartphone todos los días, nos guste o no.
Anteriormente asociadas con los jóvenes, estas tecnologías se han vuelto omnipresentes en todo el mundo y entre todos los grupos de edad.
Pero, ¿qué es exactamente un teléfono smartphone y qué están haciendo estos dispositivos para las conexiones de las personas entre sí, especialmente entre generaciones?
Esto es lo que precisamente lo que el estudio colaborativo, la antropología de los teléfonos inteligentes y envejecimiento Smart, se propuso investigar.
Un equipo de 11 antropólogos realizó estudios etnográficos de 16 meses de duración en nueve países de África, Asia, Europa y América del Sur.
Luego, los investigadores compararon sus hallazgos sobre los impactos del dispositivo en la experiencia de la mediana edad y el envejecimiento, prestando especial atención al campo de las tecnologías de salud móviles.
Un hallazgo importante con implicaciones para la salud pública es que las personas están adaptando aplicaciones de mensajería populares como WhatsApp para respaldar su salud, en lugar de depender solo de aplicaciones formales de salud móvil y otras iniciativas de salud pública.
A medida que COVID-19 se afianzó en 2020, observar cómo las personas usaban los teléfonos inteligentes se volvió aún más urgente.
Los teléfonos inteligentes se vieron como dispositivos que pueden recibir y brindar atención, pero también se utilizan para lo que podría percibirse como vigilancia, ya sea por parte de familiares, amigos, autoridades o el estado.
Al mismo tiempo, para muchos durante la pandemia, los teléfonos inteligentes se convirtieron en los principales instrumentos que facilitan la conexión social y la comunicación con familiares y amigos.
EL proyecto tenía como objetivo capturar los aspectos positivos, negativos y las complejidades intermedias cuando se trata de cómo las personas de todo el mundo se relacionan con estos dispositivos.
Después de publicar los hallazgos en formato de libro , el proyecto se compromete a ampliar los límites de la difusión académica a través de la narración visual impulsada por la investigación.
A continuación se presentan tres historietas que ilustran de los hallazgos. Estos fueron creados a través de una colaboración con el artista de cómics con sede en el Reino Unido, John Cei Douglas .